Shaman King

Yoh Asakura es un joven de catorce años que quiere convertirse en Rey Chamán para vivir una vida tranquila y en paz. Una noche Manta Oyamada, alumno de su nueva escuela, descubre a Yoh mirando las estrellas con sus únicos amigos, los fantasmas, y huye despavorido, pero ese será el comienzo de una profunda y sincera amistad. En poco tiempo aparece además a Anna Kyouyama, su prometida, la cual posee un carácter fuerte y le obliga a entrenar muy duro para que Yoh cumpla su sueño y ella tenga una vida llena de lujos y comodidades. También conoce a Ryu, que espera junto con su pandilla encontrar su lugar favorito donde descansar, a Horo Horo, un shaman venido del norte del Japón que quiere crear un campo lleno de plantas, y por último a Ren Tao, de la dinastía Tao, que odia a los humanos y a su familia y quiere destruirlos.

Con sus nuevos amigos y otros curiosos e interesantes aspirantes, Yoh participa en la Lucha de Chamanes, donde se decidirá quién es el mejor de ellos. Para conseguir su propósito todos deben entrenar duro con sus espíritus, pero también tienen ratos para divertirse y viajar. ¿Quién conseguirá llevarse el gato al agua...?

Esta obra de Hiroyuki Takei cuenta con treinta y dos tomos el manga y sesenta y cuatro capítulos el anime, así como un OVA y diversos videojuegos. Yo sólo he visto varios capítulos del anime, pero enseguida me enganchó. La personalidad de Yoh me encanta y su actor de doblaje de aquí me hace mucha gracia. Megumi Hayashibara también lo borda en el opening, que es genial, así que es un shonen bastante recomendable, diría yo.

Y para coronarlo, un AMV que me tiene enganchada y cuya canción es estupenda:



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Eámanë, así como Light, me ha pasado este meme que ha creado ella en el que hay que poner cinco recuerdos bonitos de la infancia. ¡Gracias, chicos! Aquí van los míos:

1.- Los domingos por la mañana, cuando mi padre me cogía en brazos y bailaba conmigo al son de los discos de vinilo.

2.- Todas las noches al ir mi madre a mi cama y contarme cuentos para que durmiese mejor hasta que me los aprendía de memoria.

3.- Estar los días festivos y ratos libres en el parque de al lado de mi casa, en los patios de la comunidad o en el barrio en general jugando con los amigos.

4.- Celebrar los cumpleaños con una merienda en casa o en el restaurante y recibir montones de regalos bonitos y aprecio de mis seres queridos a la vez que me lo pasaba genial.

5.- Hacer colecciones de cromos con mis padres. Mi madre y yo los comprábamos y pegábamos en el álbum y mi padre cambiaba los repetidos con sus compañeros de trabajo.

Y yo se lo paso esta vez a: Debrash, Tomo, Daria, VIcente, Kokymoto y Jacques Villeneuve.

P.D: Podéis comentar antiguas entradas. Leo los comentarios y respondo si procede.